viernes, 28 de diciembre de 2018

La dialectica hegeliana

 Hegel (1770-1831) con su dialéctica pretenderá resolver esa tensión entre finito e infinito introduciendo el concepto, tan caro en la época, de progreso. Para el filósofo idealista, la dialéctica es el devenir mismo de la realidad, gracias al cual lo que es (finito) pasa a ser lo que debe ser (infinito). Sin embargo, Hegel asume que finitud e infinitud son momentos de una misma realidad que es absoluta, o, en otras palabras, lo finito incluye lo infinito y viceversa.
Para Hegel la dialéctica tiene tres momentos: tesis, antítesis y síntesis. La tesis es la fase afirmativa, por ejemplo una semilla; la antítesis es la negación de la tesis, cuando la semilla se pudre y deja de ser ella misma para transformarse en planta; por último, la síntesis es la negación de la negación, es decir, afirmación pero que contiene la tensión de la tesis y de la antítesis, en el ejemplo sería una nueva semilla que nace de la planta.
Hegel intentó con su dialéctica explicar la totalidad de la realidad: el mundo natural, las relaciones humanas, la evolución de la filosofía y el arte, etc. Vamos a ver, por su importancia posterior
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Las faces del desarrollo del espíritu

El término «Espíritu» que es fundamentar en la concepción dialéctica hegeliana, es, como tantos conceptos de la filosofía de Hegel, un concepto paradójico y oscuro. Se podría entender como Dios, aunque no sería un Dios trascendente o separado del mundo. También el Espíritu puede ser entendido desde la acción humana, una acción humana divinizada y tomada aquí como modelo por el que se concibe la misma  acción cósmica.
El término «Espíritu» que es fundamentar en la concepción dialéctica hegeliana, es, como tantos conceptos de la filosofía de Hegel, un concepto paradójico y oscuro. Se podría entender como Dios, aunque no sería un Dios trascendente o separado del mundo. También el Espíritu puede ser entendido desde la acción humana, una acción humana divinizada y tomada aquí como modelo por el que se concibe la misma acción cósmica
 
(La filosofía de la historia en Hegel)

Pasamos ahora a la filosofía de la historia de Hegel, que es la historia universal. La filosofía de la historia no trata de los relatos de lo que los hombres han hecho a lo largo del tiempo, sino de su interpretación.
La historia universal es el desarrollo en el tiempo del concepto del Estado, desde sus formas más primitivas o elementales, hasta las más articuladas y perfeccionadas (Carpio, 2004)
Para Hegel la historia es una marcha progresiva y rigurosamente racional puesto que su curso está dominado y dirigido por la razón, por la Idea. Desde este punto de vista lo que en la historia cuenta son los individuos en su aspecto racional o universal, y no en su individualidad, porque ésta no es más que el instrumento de la Idea.

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(La ley de los tres estados)

La Ley de los tres estados es una teoría concebida por Auguste Comte en su obra Curso de filosofía positiva (1830-1842). Se afirma que la sociedad en su conjunto pasa por tres estados teóricos diferentes: el estado teológico, o ficticio; el estado metafísico, o abstracto y por último el estado científico, o positivo. El primero es un punto de partida necesario para la inteligencia humana; el segundo está destinado únicamente a servir como etapa de transición y el tercero es su estado fijo y definitivo.
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